Se ha sucedido estos últimos días en las redes sociales cientos de mensajes achacando (más que valorando) los resultados obtenidos por la coalición ADÑ. No es mi intención echar más leña al fuego, pero si reseñar ciertos puntos, de medio errores y medio aciertos, que desde una perspectiva personal me gustaría compartir para quien pudiera interesar.
- ADÑ no es que no haya sabido llegar al público que se dirigía, es que no ha podido simplemente hacerlo. La marca y estrategia trazada por ADÑ, mucho antes del “boom” de VOX en Vistalegre, trataba de erigir a la coalición como una fuerza patriota en España al fin con auténtico peso. Como digo, el intento se ha visto solapado por otro partido que presentándose de forma idéntica en cuestiones de inmigración, unidad de España, o memoria histórica, consiguió el hueco que se pretendía ocupar.
- Sobre el mensaje euroescéptico, que posee gran calado en todas las naciones del viejo continente, es por otro lado evidente que no interesa aún a los españoles. No es la comidilla en la sobremesa de los hogares de España. En ese sentido, no hay nada que reprochar. El pueblo español siempre rezagado ante los cambios y transformaciones que se inician en Europa, tendrá tarde o temprano que volver a tomar las riendas de su destino. Y cinco años quedan por delante aún de trabajo para consolidar esa idea euroescéptica que debe calar en nuestro pueblo.
- La estética y puesta en escena de ADÑ ha sido sublime. No se puede reprochar nada al intento de establecer una marca moderna y renovadora, con clara intención de mostrar una imagen sencilla y comercial. Pero más allá de eso, y como en política las matemáticas fallan, no se ha transmitido la imagen revolucionaria que exigen los tiempos contra toda una casta que ha ocupado cada palmo del espectro político, y que aspira a consolidarse por decenios.
- De esta forma, la aspiración de cualquier movimiento revolucionario es hacerse con la juventud, porque solo a la juventud corresponde el realizar las grandes transformaciones de la sociedad. No se ha sabido llegar a los jóvenes. En este sentido, VOX no ha sabido tampoco llegar. Es la gran asignatura pendiente. Miles de jóvenes disconformes, esperan aún la señal.
- Es necesario articular una vía que no huela a rancio, que no huela a derecha. Llevar el mensaje de la justicia social, de revolución, de un nuevo mañana. Arrebatar a la izquierda la bandera de la lucha obrera es el objetivo. Hablar del pueblo, luego de la Patria. La lucha obrera es la gran asignatura pendiente. Y ni por la izquierda, ni por la derecha, está asegurada en España. Debe ser el gran campo de actuación.
- Como conclusión, y pese a lo acertado de elegir un candidato de tan intachable reputación y valor como Martín, pese a unir a las escuadras falangistas en una misma misión, pese a arrastrar las demás fuerzas fuerzas nacionales en la lucha común, no se ha logrado el objetivo. Se ha volcando muchas ganas e ilusión. Pero hay mucho por mejorar. La unión de los patriotas sigue siendo necesaria. No puede romperse. Se necesitará engrosar, analizar los errores, enmendarlos, y seguir en el empeño de articular la vía que necesita nuestro pueblo.
- Sobre el hecho de asegurar que por separado la Falange hubiera sacado más votos que en coalición, poco se puede decir. Aunque es innegable la fuerza que arrastra el yugo y las flechas en un colegio electoral, de igual forma los resultados de las cuatro formaciones por separado no hubieran obtenido mucho más que el voto testimonial resultante, por lo que en este sentido no hay lugar a discusión alguna.
Aprovechar desde estas líneas, eso sí, para agradecer a todos los que se han volcando por España una vez más, aún sabiendo de la derrota asegurada, y a los más de 11.000 PATRIOTAS, en mayúsculas, que pese a todo cogieron la papeleta de España.
MANUEL